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Fiesta embarazadas

Una fiesta sólo para entrar con panza

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Las embarazadas tuvieron su noche.
Viernes a la noche. La entrada del boliche New York City está llena de gente. Adentro, las luces de colores se encienden y apagan al ritmo de la música y el baile. Pero hay algo distinto en el ambiente.

En primer lugar, nadie fuma. El volumen de la música no impide escuchar lo que habla el de al lado y al caminar por el lugar, uno tiene que ir esquivando una multitud de panzas que le salen al encuentro.

El equipo de embarazadas.com.ar ideó una matiné exclusiva para mamás embarazadas con sus parejas o amigas. La convocatoria fue mayor de la prevista.

Es algo totalmente nuevo. No sabíamos si la gente iba a venir. Cuando las entradas anticipadas se empezaron a vender en negocios nos tranquilizamos un poco“, dice el organizador del evento, Carlos Vázquez, a LA NACION.

Lo concreto es que en la City había casi 500 futuras mamás saltando y bailando.

Desde lo alto, Gaby Arce, disk jockey tradicional de la discoteca, se divierte mirando la pista. “Como papá, me parece una idea excelente. Se divierten y de paso aprenden un poco.

Y parece ser así, porque las tandas de baile duran 20 minutos, y entre tanda y tanda hay muchas actividades.

Después del primer baile, los organizadores invitan a las chicas a sentarse y a escuchar una pequeña charla de la licenciada Beatriz Goldberg. Después le hacen todo tipo de preguntas.

Cuando la música vuelve a sonar, Milagros Legunda y Anabella Legname se zambullen a la pista. “Al fin algo «copado» para nosotras. Hace que los nueve meses se nos pasen más rápido”, dice Milagros, de 32 años y con 5 meses de embarazo.

Su amiga Anabella, de 25, está de 8 meses, pero baila a su ritmo. Se conocieron trabajando en un taller.

Empiezan las rifas y todos se aferran a su entrada para ver si ganaron ecografías gratuitas, sesiones de yoga o masajes descontracturantes, productos para recién nacidos y también cunas y cochecitos.

Parada en un banco, una chica balancea su prominente panza de un lado al otro con la mirada perdida. Es Marianela Mayans, de 22, que junto a su pareja, Cristian, está entre los más jóvenes de la noche.

Y como no podía ser de otra manera, la noche del viernes terminó cuando aún estaba en pañales. A las 22.30 todos se fueron a dormir.

Foto: Rodrigo Néspolo

NOTA REALIZADA EN EL DIARIO LA NACION
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