
Embarazadas y tos convulsa
UNA ENFERMEDAD EN REEMERGENCIA, CON UN 300% DE AUMENTO
Todas las embarazadas a partir de las 20 semanas de gestación deben aplicarse la vacuna contra tos convulsa.
La inmunidad que el bebé adquiere a través de la madre es una herramienta para proteger a los recién nacidos.
Los expertos nacionales que integran la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN) recomendaron al Ministerio de Salud de la Nación vacunar contra la tos convulsa a todas las embarazadas a partir de la semana 20 de gestación. La intención de la normativa es que éstas les transfieran anticuerpos contra la enfermedad a los niños lactantes menores de 6 meses y así protegerlos hasta que logren tener las 3 dosis del esquema básico contra la enfermedad.
La indicación de aplicar una dosis de la vacuna triple bacteriana acelular surge a partir del aumento de los casos registrados en el país, tendencia que también se observa a nivel mundial.
Los niños menores de 1 año es el grupo más vulnerable: contagiándose tienen una alta probabilidad de desarrollar complicaciones severas e inclusive la muerte.
En el caso de no recibir la vacuna en el embarazo, la misma deberá ser aplicada en el período que inmediatamente sigue al parto, aunque esta estrategia es de menor efectividad para proteger a los lactantes. Para disminuir la probabilidad del contagio y generar un entorno de protección se recomienda vacunar también a padres y adultos que estén en contacto con niños menores de un año. La tos convulsa o coqueluche es una enfermedad respiratoria de muy fácil transmisión. Es importante señalar que ni la infección natural, ni la vacuna generan defensas de por vida y por este motivo es que son necesarios varios refuerzos en el esquema de vacunación.
VACUNA TRIPLE BACTERIANA ACELULAR
(Bustrix® ó Adacel®)
Obligatoria a los 11 años.
Para embarazadas (semana 20), adolescentes y adultos.
Esquema de cobertura contra la enfermedad
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El Calendario Nacional de Vacunación de nuestro país es uno de los más completos del mundo con 4 vacunas incorporadas que protegen contra la tos convulsa o coqueluche. Se deben cumplir con los esquemas de vacunación de acuerdo a la edad:
vacuna pentavalente (a los 2, 4 y 6 meses) o diferentes combinaciones como quíntuple ó sextuple;
vacuna cuádruple (a los 18 meses);
vacuna triple bacteriana (ingreso escolar) ó tetravalente en medio privado
vacuna triple bacteriana acelular a los 11 años.
SIGNOS Y SÍNTOMAS de la TOS CONVULSA
La tos convulsa (tos ferina o coqueluche) es una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa que representa una de las principales causas de morbimortalidad en la niñez. Producida por la bacteria Bordetella pertussis, la infección generalmente suele ser introducida en el núcleo familiar por alguno de los hijos mayores o alguno de los padres durante el período catarral.
Se contagia a través del contacto directo con las secreciones de las mucosas de las vías respiratorias de las personas infectadas y tiene una incubación de 7 a 10 días.
Los síntomas que presenta en su fase inicial son catarro con fiebre escasa o ausente, rinitis, estornudos y accesos de tos. En su evolución se observa accesos repetidos y violentos de tos que duran entre 1 a 6 semanas, con un sonido respiratorio anormal conocido como estridor inspiratorio, y la expulsión de mucosidades claras y adherentes.
En menores de 6 meses: dificultad respiratoria acompañada de coloración azulada (cianosis), vómitos después de toser, tos contante. Toda infección respiratoria aguda, incluida neumonía.
En mayores de 6 meses hasta 11 años: Tos de 14 o más días de duración acompañada de dificultad respiratoria. De uno o más de los siguientes síntomas: tos paroxística, estridor inspiratorio o vómitos después de la tos, sin otra causa aparente.
Mayores de 11 años: tos persistente de 14 o más días de duración, sin otra sintomatología acompañante.
En los adolescentes y jóvenes la enfermedad puede confundirse con un cuadro respiratorio común, y al no sospecharse que pueda ser un cuadro de tos convulsa no reciben el tratamiento correspondiente; por lo cual, pueden contagiar a los niños menores de un año al toser o estornudar.
Si la persona no es vacunada, aumenta el número de individuos susceptibles de padecer la enfermedad y de trasmitirla a sus hijos con esquema de vacunación incompleto.
NI LA ENFERMEDAD NATURAL, NI LA VACUNACIÓN PREVIA DEJAN INMUNIDAD DE POR VIDA.
Adultos y adolescentes son la fuente de contagio de los niños menores de 1 año.
La baja cobertura de vacunación y la falta de inmunidad duradera, entre otras causas, generaron la reaparición de casos de una enfermedad que parecía estar controlada.
Se recomienda que tanto adolescentes como adultos tengan 1 dosis de vacuna triple acelular.
http://inmunitas.blogspot.com.ar/
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