
La Reflexología en la maternidad
Es importante que la mamá cuente con la aprobación del obstetra y que en ningún caso la reflexología puede suplir al profesional de la salud.
La Reflexología en la maternidad
Es básicamente una terapia complementaria natural basada en que el cuerpo humano se encuentra reflejado en las plantas y el dorso del pie, y mediante el masaje de estas zonas se pueden tratar los síntomas que el paciente trae a la consulta, aliviarlos y prevenir otros.
Esta terapia acompaña muy bien las diferentes etapas que tienen que ver con la maternidad desde el mismo momento de la preconcepción.
Cuando una pareja está buscando un embarazo, ayuda a ambos miembros de la pareja a preparar su cuerpo, mente y alma, para el momento de la concepción, además de relajarlos y reducir el nivel de ansiedad. A lo largo del embarazo la mamá sufre grandes cambios hormonales y corporales, y esto conlleva a otros desórdenes, como ser: vómitos y mareos, acidez, dolores lumbares, trastornos de la presión y urinarios, síndrome del túnel carpiano (dolores de muñecas), constipación, ciatalgias, ayuda a prevenir la Diabetes Gestacional, hemorroides, calambres, etc.
Mediante estos masajes y una buena diagramación de tratamiento, estas afecciones pueden ser tratadas y obtenerse muy buenos resultados, como así también prevenir la aparición de algunas otras.
Con la estimulación de estos puntos reflejos se logra un equilibrio en la circulación sanguínea y energética y ayuda al cuerpo a eliminar residuos de forma natural.
Cuando el embarazo se encuentra en una etapa más avanzada, se comienza a trabajar la zona de la pelvis, para el momento del parto.
Es cuando la cabeza del bebé se encaja y se busca relajar la musculatura del piso pélvico, que los huesos se expandan y así llegar mejor preparadas para el momento de dar a luz.
Es importante que la mamá cuente con la aprobación del obstetra y que en ningún caso la reflexología puede suplir al profesional de la salud.
La Reflexología sólo colabora con lo que hace la medicina tradicional.
Inmediatamente después del nacimiento del bebé, la mamá vuelve a conectarse con su propio cuerpo y con todas las transformaciones típicas de este período: cambios hormonales, cansancio, lactancia, sobrepeso, ansiedades, depresión post parto, etc. Y una vez más podemos lograr un equilibrio natural relajando a la paciente.
Por último quiero agregar, que la Reflexología no diagnostica y tampoco cura, sino que mediante la estimulación de las zonas reflejas, es el propio cuerpo el que logra la autocuración.
Pero más allá de resolver los trastornos que se mencionaron, uno de los alcances que me gustaría destacar es que esta terapia de contacto favorece y permite el autoconocimiento a través de la lectura de los pies.
En una sociedad donde la vida es cada vez más vertiginosa y donde a veces tenemos poco tiempo para mirarnos a nosotros mismos y contactarnos con nuestro interior, podemos encontrar un espacio para poder hacerlo.
Verónica de San Martín – Reflexóloga
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