Humanización del parto
¿Cualquier mujer puede elegir en qué condiciones desea que se realice su parto? ¿Quién se beneficia? ¿Es más saludable tanto para la pareja como para el bebé?
A continuación la conversación que mantuvimos con el Dr. Carlos R. Burgo.
¿Cuántos años hace que ejerce como obstetra?
Hace 35 años que comenzé a ejercer en la especialidad de obstetricia y ginecología.
¿Desde sus comienzos bregó por esta modalidad de parto que trata de imponer?
En principio no hay “imposiciones” porque contradice la idea de la humanización. Lo que se promueve es la búsqueda de conciencia por las distintas alternativas que cada uno puede imaginar y desear para transitar la experiencia.
Desde el inicio de mi actividad profesional me impactaron los modos asistenciales en la práctica médica que no tomaban en cuenta la dimensión humana y el impacto de las conductas e intervenciones sobre la salud de la madre y el niño, no sólo en lo físico, sino fundamentalmente en lo emocional y social. En realidad más que hablar de modalidad de parto, habría que hablar de la actitud y comportamiento de un equipo asistencial frente a las necesidades de protagonismo, intimidad y respeto por la autonomía de la pareja de padres que buscan una experiencia inédita y placentera sin intervenciones injustificadas.
¿Qué es Rearhupan, cuáles son sus fines y a quienes agrupa?
Es la sigla que denomina a la Red Argentina por la Humanización del Parto y el Nacimiento, integrante a su vez de RELACAHUPAN, Red latinoamericana y del Caribe por la Humanización del Parto y del Nacimiento.
Son sus fines promover a través de numerosas acciones, un cambio en el enfoque y en la práctica de la asistencia brindada a los niños y a sus madres en el momento del parto y el nacimiento: básicamente el cuestionamiento crítico de todas las intervenciones que rigen en el modelo médico imperante de conducción del parto, entendiendo que existen numerosas evidencias que alientan la posibilidad para las parejas de decidir dónde, cómo y con quienes transitar esta experiencia vital. En la casa, si es su deseo y se dan las condiciones; sin las rutinas habituales (enemas, rasurados vulvares, inducciones imperiosas, internaciones prematuras, goteos intravenosos de ocitocina para acelerar las contracciones, anestesia peridural no solicitada, posición acostada con las piernas colgadas para parir, episiotomía sistemática, corte precoz del cordón umbilical, y todas las rutinas realizadas sobre el recién nacido en forma acrítica); y finalmente pudiendo elegir la o las personas de sus afectos para ser acompañadas.
La red agrupa a todas las personas, profesionales e instituciones que adhieren a sus principios constitutivos y ejercen acciones en tal sentido.
¿Cuánto hace qué existe esta entidad?
La red Latinoamericana fue constituída en noviembre del 2000 en Fortaleza, Brasil; y la red Argentina en marzo del 2002 en Buenos Aires.
Es usted asesor científico de la misma. ¿Cuántos médicos o profesionales en la Argentina hoy trabajan en este sistema de atención?
Lamentablemente son muy pocos los profesionales en el área médico-obstétrica que acuerdan con una postura crítica de los modos de atención y que ejercen una práctica coherente y humanizada, reconociendo y respetando la autonomía de quienes solicitan nuestra atención.
———————
———————
¿Esta entidad existe a nivel nacional, o qué otros países forman parte de ella?
La red Argentina por definición es un agrupamiento nacional que tiene en las distintas provincias del territorio sus adherentes y representantes regionales. A su vez integra la red Latinoamericana que tiene representantes en todos los países de Latinoamérica y el Caribe.
En su trayectoria como médico, imagino que ha sido superior el número de experiencias positivas que las negativas, pero existen seguramente de éstas últimas, ¿en qué proporción?
La vida es una conjunción de experiencias, habría que definir qué significa en este caso decir positivas o negativas. El resultado habitualmente esperado, es decir una madre y un niño vivos y “sanos físicamente” como resultado de la experiencia, no es un criterio único para muchas parejas que desean, además, encontrarse con la libertad y el bienestar de haber podido parir en sus propios tiempos y en cuclillas si era su necesidad. Cuando respetamos y acompañamos con cuidado y sin imposiciones rutinarias a las personas protagonistas de esta historia, los resultados son abrumadoramente positivos en términos de satisfacción. Lo que no se puede pensar es que precisamente todo aquello que resulta dramático en el imaginario colectivo, sucede bajo un sistema de intervenciones sistemáticas y supuestamente bajo todos los cuidados.
El mejor cuidado es precisamente estar atentos, escuchar, mimar e intervenir lo mínimo posible.
¿Existen temores por parte de la pareja que va a tener al bebé, que llevando a cabo el parto en casa, corran algún riesgo?
La elección del parto en casa es una decisión libre por parte de la pareja. No forma parte de ningún ideal. Es claro que el ámbito produce un impacto inevitable: para algunos la casa es tranquilizador y para otros es exactamente al revés. Cada pareja tomará esta decisión en base a sus convicciones. Lo importante es saber que una atención humanizada implica un modelo de vínculos entre pareja y asistentes que puede suceder en cualquier ámbito, aún en la sala de partos de un sanatorio u hospital donde la mujer puede parir en cuclillas si lo desea, y acompañada por quien elija.
Si la opción es en la casa, la cuidadosa atención brindada desde una asistencia obstétrica basada en evidencias, implica menor posibilidad de dificultades emergentes. Ya que seguramente estarán acompañados por un equipo muy distinto a aquel habitual de las instituciones, acostumbrado a una rutina de intervenciones, que genera en muchas ocasiones aquellos riesgos que se atribuyen al parto en casa, y que dan índices altísimos de intervenciones cesáreas.
Si surgen inconvenientes, ¿cómo se solucionan en forma rápida?
En la elección de un parto en la casa se toman todas las previsiones de cuidado, incluido el traslado a una institución previamente establecido. Lo fundamental en esta decisión hogareña es que al no implementarse ninguna intervención de conducción injustificada, con un acompañamiento desde el afecto y una atención profesional cuidadosa y adecuada y estando la pareja en un clima familiar y conocido, la presencia de una eventual dificultad es anticipada con el tiempo suficiente para responder con un oportuno traslado.
¿Se requiere de un espacio especialmente condicionado en la casa para tal acontecimiento. Debe ser grande, son muchos los requisitos?
Cualquier espacio de la casa puede ser apropiado a la elección de cada mujer. No hay requisitos especiales, algunas mujeres han decidido, por ejemplo, parir en el baño. La higiene habitual de una casa es suficiente condición.
¿Es más “sano” para los papás y para el bebé este modo de nacer?
Lo más sano es aquello que emprendemos desde el bienestar y la satisfacción. El modo de parir y hacer nacer apropiado para ese estado de salud es el que encaran los padres desde la conciencia, acompañados por profesionales que respeten sus deseos y necesidades, sus tiempos y su autonomía.
Es este un eslabón trascendente en la vida de las personas que merece ser recordado con la pasión y el amor de los grandes momentos transcurridos.
¿Resulta muy costoso decidirse por esta forma de parir?
Estamos nuevamente hablando de la elección por un parto y un nacimiento concientes y respetados.
Estamos fundamentalmente hablando de vínculos, una tecnología depreciada en este mundo de asistencia hipertecnológica. Simplemente significa reconocer que así como encaramos el consumo en nuestra sociedad, también pagamos por la atención que se nos brinda.
En nuestro equipo la accesibilidad para una pareja comprometida consigo misma forma parte de nuestro propio compromiso.
¿Cualquier mujer que tenga un embarazo normal puede elegir este modo de hacer llegar a su hijo a este mundo? ¿Qué aconseja usted?
Cualquier mujer embarazada tiene derecho a ser acompañada y asistida con respeto, con tiempo disponible, con cuidado, con una escucha atenta a sus necesidades y deseos; es decir que el modo de hacer llegar su hijo al mundo debe ser armonioso y en un clima construído también y principalmente por ella misma; donde sea, como pueda y quiera y acompañada por quienes ella desee.
Pero es pertinente considerar que no todas las mujeres tienen la libertad de poder encontrarse con esta alternativa; estando sujetas a distintas condiciones nutricionales, de salud, sociales, educativas o económicas.
En óptimas condiciones, desde el punto de vista del cuidado de la salud, más del 90% de las embarazadas se encuentran en condiciones de bajo riesgo y podrían decidir con libertad tener sus hijos cuidadas y en sus casas.
Pero el consejo es que cada una pueda atender con conciencia a sus deseos, necesidades y temores, para encontrarse con lo más profundo de sus convicciones en la búsqueda del bienestar para sí y para sus hijos, que finalmente dependerá de este encuentro y el respeto que los otros tengan por sus decisiones.
¿Cómo se pueden evacuar otras dudas con referencia a este tema que les surjan a las parejas que piensan en tener un hijo o ya esté en camino?
Nuestro equipo realiza periódicamente, el último jueves de cada mes, y en forma gratuita, encuentros que convocan a parejas que buscan alternativas al modelo asistencial vigente. En estos encuentros concurren también parejas que relatan sus experiencias y además proyectamos videos de partos y nacimientos. Es un espacio sumamente creativo y acogedor y de un gratificante aprendizaje personal.
Dr. Carlos Burgo
Ginecólogo – obstetra
—–
SUSCRIBITE AL PORTAL INGRESANDO TU EMAIL, RECIBIRAS NOVEDADES.