Autismo-deteccion-precoz
Programa TGD
IOMA promueve la detección precoz y el crecimiento con integración e inclusión.
El titular de la obra social, Antonio La Scaleia destacó que con la implementación del Programa “no sólo queremos brindar una cobertura, sino una mirada integral para esa persona en desarrollo. Trabajar sobre sus habilidades y potencialidades, generando una política de acción con la familia y el equipo interdisciplinario, para trabajar sobre las habilidades de esos niños y poder potenciarlas”.
Como se dijo, la detección precoz es determinante en la desarrollo del paciente, por eso se vuelve necesario conocer cuáles son los principales indicadores a tener en cuenta, entre los 18 y los 36 meses de vida:
• Sordera aparente
• El niño tiende a no mirar a los ojos
• No suele mirar lo que hacen las personas
• Realiza juego repetitivo o rituales de ordenar
• Se resiste a cambios de ropa, alimentación, itinerarios, situaciones, lugares. Responde con berrinche fuertes
• Carece de lenguaje o lo utiliza en forma ecolálica
• Generalmente lleva a las personas de la mano hacia lo que quiere
• Resulta difícil compartir acciones con ellos
• Frecuentemente “pasa por las personas” como si no estuvieran
• Parece que no comprende o que comprende selectivamente lo que le interesa
• No suele iniciar interacciones con los adultos ni con pares, tiende a ignorarlos
• No realiza juegos de ficción, no representa situaciones, acciones vividas.
El 2 de abril se celebró en el mundo el Día del Autismo, por eso desde la obra social bonaerense se busca, durante todo el mes, concientizar acerca de la importancia de la detección precoz y recordar las principales características de esta patología que afecta el 1 por ciento de la población mundial.
El autismo se encuentra dentro de las patologías comprendidas dentro del Trastorno Generalizado de Desarrollo, junto con el Síndrome de Rett, el síndrome de Asperger y el TGD no especificado. Quien tiene una condición del espectro autista desarrolla una manera particular de pensar, comprender y expresarse, lo que se manifiesta en las primeras etapas de la vida y deben funcionar como señales de alerta para suponer que algo no va bien en el desarrollo de ese niño.
En el año 2012, IOMA implementó el Programa para Trastorno Generalizado del Desarrollo y Espectro Autista, en el que actualmente están comprendidos 450 afiliados. Antonio La Scaleia, presidente de la obra social destacó que los niños con TGD “no sólo presentan trastornos de comunicación, psicomotrices, del lenguaje y del juego, sino también dificultad para la inserción social”. Por eso, con la implementación de este Programa se busca disminuir la exclusión social, mejorar la calidad de vida, lograr una mayor autonomía, favorecer los lazos familiares y ofrecer más orientación y contención al niño y al grupo familiar.
La Scaleia remarcó la importancia de la detección precoz ya que “a partir de ese descubrimiento, el paciente puede recibir un apoyo específico e integral”. Se apunta también a la estandarización de los equipos de trabajo. Logrando un abordaje integral, individualizado y multidisciplinario que se adecúe a las necesidades de cada niño e incluya psiquiatría, neurología, psicología, musicoterapia, entre otras, pero también incorporar la figura del acompañante terapéutico y pedagógico”.
Además, La Scaleia hizo hincapié en el beneficio de brindar esta prestación bajo Programa, lo que permitirá “evaluar resultados y establecer indicadores” para poder establecer “políticas públicas” e incorporar “los signos de alerta en el Plan Mami de la obra social”.
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