Esperando al hermanito
La llegada de un nuevo integrante de la familia se les debe comunicar a los pequeños lo antes posible.
Esperando al hermanito, sería conveniente que la noticia se la den mamá y papá. Aunque sean muy pequeños, ya que se estaría confirmando algo que ellos sospechan. #hermanito
Muchas mamás se enteran que están embarazadas por la conducta de sus hijos: pueden estar inquietos, caprichosos; si dejaron de hacerse pis en la cama, vuelven a hacerlo, etc.
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Esperando al hermanito
Se les debe decir de la manera más sencilla posible, sin demasiadas explicaciones; contestándoles sólo lo que ellos preguntan. Es importante aclararles que papá y mamá decidieron que venga el hermanito y que a él lo van a querer tanto como ahora. Es conveniente reafirmarles que se lo va a seguir queriendo de la misma manera.
Todo tipo de participación los ayuda a sentirse incluidos aunque su “colaboración” nos complique un poco. Mientras, podemos ir contándoles de los preparativos que se efectuaron para su nacimiento. Les gustará mucho que sus padres le hablen de él cuando era muy pequeño. Es como comprobar que sus padres lo tienen siempre presente. Es probable que hagan agotadoras preguntas; sin embargo estarán muy contentos de tener esta especie de diálogo con sus padres.
Sería lo ideal que el bebé tenga su propio cuarto, pero de tener que compartirlo se debe tratar de no cambiar demasiado las cosas de lugar para que no se sienta desplazado; que la cuna tenga rueditas como para poder transportarla cuando él esté jugando o con sus amigos.
Los celos son originados porque creen que no van a ser queridos como antes. El amor de sus padres es como un chocolate, antes era todo para él, pero con la llegada del “intruso”, tendrá que compartirlo y entonces sólo le tocará la mitad de ese amor.
Todavía no pueden pensar en abstracto, por lo que habrá que recurrir a toda la creatividad que se pueda disponer para poder repartir nuestro tiempo entre ellos.
No es conveniente sacarle el chupete y los pañales ni poco antes ni poco después del nacimiento. Y cuando se los saquen, que sea de una cosa por vez.
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Si se pone insoportable cuando se está alimentando al bebé, ofrecerle juguetes, que mire la tele y prestarle atención haciéndole alguna caricia, pero nunca echarlo porque esto confirmaría sus sospechas que no lo quieren.
Si se pone inquieto cuando se está con el bebé, hacerlo participar pidiéndole que alcance las cosas, que le ponga talco, que lo haga reír, etc.
Cuando el bebé va creciendo, hacer que el mayorcito le enseñe nuevas cosas, hablarle al pequeño presentándolo y hablándole de su hermanito mayor.
Es bueno que la mamá tenga algunos ratos para dedicarle a solas al más grande, (yendo al súper, a tomar un helado, etc).
Por sobre todas las cosas se tiene que tener mucha paciencia.
Lic. Amalia Novatti
Especialista en test de Rorschach y Psicodiagnósticos
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